Por qué no me gusta la gente

Puede sonar a tópico -y puede que lo sea- pero lo cierto es que no me gusta la gente. No es que sea un antisocial, es que llevo mal lo de estar con gente. Con los años he estudiado, practicado y mejorado muchísimo mi máscara de persona normal, pero os puedo asegurar que debajo de ella, sigue ese niño al que le espanta la idea de tener que vivir con gente a su alrededor.

El otro día me acordé de ese niño. Eran las dos del medio día de un sábado. Yo estaba sin afeitar y sin peinar, como siempre que puedo permitírmelo. Repasaba la lista de compra mentalmente mientras subía el ascensor del supermercado de mi barrio. Podía escuchar el sonido metálico de la caja al desplazarse perezoso por el hueco. Un murmullo y de pronto. ¡ZAS!, estaba en medio del caos. Gente por todas partes, corriendo, gritando. Luces blancas de laboratorio y música de discoteca de playa como banda sonora. El guarda de seguridad me caló al segundo. Quizás tenía pinta de atracador de banco extraviado, no sé. Si hubiera tenido una escopeta guardada debajo del abrigo, habría disparado al techo. Solo para tener un poco de silencio. Luego hubiera susurrado «Perdón» y acto seguido pulsado de nuevo el botón para bajar al garaje. Tras haberme metido en mi coche, habría salido tranquila y sosegadamente de allí mientras la gente todavía murmuraba en la planta de arriba.

Pero no tenía una escopeta, sólo algunos pañuelos de papel rellenos de mocos. Así que me arrebujé dentro del abrigo y caminé por el campo de minas de niños salvajes de supermercado. Esquivé carros desbocados y evité con la mirada a los padres de familia en busca de alguien con quien compartir algo. Un par de abuelos cruzaron miradas conmigo, no sé si solidarizándose o riéndose de todo lo que me queda por sufrir. Mi entrenamiento animal me llevó de las pizzas congeladas a los packs de seis cervezas. Pasé sin pena ni gloria por la sección de chocolates y ni me atreví a mirar los helados. Me aprovisioné de siete cajas de galletas sin gluten y fui directo por el pasillo de los encurtidos, que suele estar más despejado. Allí aceché a las cajeras, evaluando entre la más rápida, la que menos atasco tenía y la que menos hablaba. Hice las cuentas y allá que fui.

Sí, soy de los que comprarían en el súper con gafas de sol, pero no tengo autoestima suficiente para hacerlo, pero disfrutaría. Lo sé. Algún día lo haré.

Me lamo mis heridas narrando esta historia verídica. Todos los días ocurre lo mismo, y todos los días pongo capa tras capa de cemento y yeso en mi estructura para aislarme de la gente. Lo cierto es que los escritores no son todos asociales, algunos incluso parece que disfrutan de los eventos sociales. No hay más que ver a tipos como Vargas Llosa que parecen moverse con maestría entre los fotógrafos y las multitudes. Yo también lo intento, jugando a ser otro. Pero a veces, incluso en las fiestas, en mitad del epicentro de las risas, miro ese trozo de jardín, casi en la oscuridad, donde el único sonido firme es el canto de los grillos. Me lo imagino en silencio, escuchando el murmullo de los insectos combinado con la nada, y todo se calla. Luego me pongo otra copa, y me río como un salvaje, pero en el fondo, queda ese trocito de jardín oscuro. Con espacio para una persona, tal vez dos. No más.

Que alguien parezca moverse con soltura en un acto social no significa que sea extrovertido y que lo esté pasando bien. Quizás no sufra, como no sufre un equilibrista cruzando de un edificio a otro. Está en tensión, también disfruta, pero no se relaja. Está entrenado, motivado y con un objetivo claro. Pero yo sería feliz viviendo gran parte de mi vida en un país despoblado. Sin fiestas, sin colas, sin empujones, sin horarios, sin semáforos rojos. Todavía me estoy recuperando anímicamente de mi viaje a Japón, donde era imposible estar solo y el silencio era un mero espejismo.

No es que odie a la gente, o que sea un desgraciado desprovisto de empatía -sería un psicópata-, simplemente no soporto a la gente cuando superan cierto número. Llevo bien los tríos, pero empiezo a sentir cierto malestar cuando somos cuatro personas. Cuando el grupo supera los diez, me pasa como a los imanes de nevera baratos, me caigo sin remedio, y necesito huir lo más lejos que pueda. En grupos más numerosos, busco las esquinas y finalmente la puerta hasta largarme.

Por eso, si alguna vez te topas con alguien como yo, que te dice que es asocial, y que le gusta la soledad, y lo hace en mitad de la pista de baile, con las gafas de sol puestas y algo borracho. Igual es verdad. Las apariencias engañan.


Si te gustó este post es muy probable que encuentres que mi libro de cuentos cortos, “Histerias ficticias”, te guste también. Dale una oportunidad, lo tienes en papel y en ebook.

Si quieres leer una historia sobre personas a las que no les gustaba la gente y construyeron un mundo, puede que te guste mi primera novela, “11,4 sueños luz”.

Si quieres leer una historia terrible sobre alguien solitario, prueba “Un reino feliz”.

 

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (29 votos, promedio: 3,90 de 5)
Cargando...

Comments

  • 7 años agoReply

    A mí me pasa lo mismo. De hecho he llegado a comprar con gafas de sol alguna vez.
    No obstante soy una persona super empática, de hecho tengo demasiada empatía, pero los lugares muy abarrotados me agobian. Soy de las que prefiere que el bar esté vacío a lleno para salir a tomar algo. No entiendo a esa gente que se asoma a la puerta de un bar por la noche y si está vacío no entran.
    Evito tener hablar con personas desconocidas en supermercados u otros lugares si no es estrictamente necesario, y me encanta cuando en el cine solo estoy yo, mi acompañante y algún que otro asocial que también va al cine un martes a las 10 de la noche.
    Me ha gustado como lo has narrado ;)

    • 7 años agoReply

      Nada como ir al cine en una sala medio vacía, o incluso vacía, a mi también me encanta. De hecho odio los estrenos. Lo del exceso de empatía creo que tiene mucho que ver, a veces me he llegado a sentir como esos telépatas de la tele que se ven abrumados por la gente. Yo también me considero empático cuando tiene que ver con los demás, ciego cuando tiene que ver conmigo. Gracias mil por dejar tu comentario :)

    • Valdo

      6 años agoReply

      Me pasa igual; creo q lo màs q me incomoda de la gente es cuando hay alguien en un grupo q se cree el genio, q todo lo sabe y los demàs están equivocados. Ademàs, no te deja hablar, cuando quieres opinar te interrumpe para seguir con su monòlogo!!!!!

      • 6 años agoReply

        Odio eso. Con toda mi alma.

        • Anónimo

          5 años agoReply

          Me pasa igual. Y algo así convierte un buen domingo en un día de mierda. Hoy mismo he tenido que ir a una comida de parejas con unos amigos de mi mujer. Era el primer cumpleaños de su único hijo. Imaginad la escena, parejas con niños hablando de niños. Solo conocida a una pareja amiga de mi mujer. Se han pasado toda la comida hablando de los partos respectivos ¡QUE DIVERTIDO! Y encima estaba el típico graciosillo que tiene que estar soltando chascarrillos constantemente, por qué es muy sociable. Y cuando intentas decir algo ni te deja. Es agotador.

  • Wescebu

    7 años agoReply

    Lo mismo me ocurre

  • Luis

    7 años agoReply

    Ya veo qué hay más personas como yo en el mundo… No conocía a nadie .. Lo del cine lo hago todos los fines de semana , voy solo busco un puesto solitario y compro cotufas y chocolates e igual odio las fechas en las que tengo que compartir con más de 4 personas… Y empatía mucha…

    • 7 años agoReply

      Somos muchos, algunos además disimulan ser personas “normales” pero si nos pudieran diferenciar con un gorro rojo, en algunos momentos como la navidad, pareceríamos legión.

  • 7 años agoReply

    Creo entender ese sentimiento. En verdad no sé que más decirte, sólo que no eres el único y que debes saber soportarlo. Me hiciste acordar de una frase de un personaje de “Hey Arnold”. Este era el hombre paloma y decía “Algunas personas están destinadas a estar con otras personas. Y otras, como yo, son solo… diferentes.”.

    Espero que todo este bien. Paz y prosperidad para ti…

    • 7 años agoReply

      Efectivamente, algunos somos asi y no hay que darle mas vueltas ;)

      Gracias por comentar.

  • Cara Rolin

    7 años agoReply

    Me siento super identificada con lo que se cuenta y me alegra saber que no soy yo sola así, ni que estoy averiada.

    • 7 años agoReply

      Todos estamos averiados. Cada uno tiene lo suyo ;)

    • Valdo

      6 años agoReply

      Cara, en lo q a mí corresponde, cuanto más conozco a la gente, más quiero a mi perro!

      • Sara

        6 años agoReply

        hahaha, me pasa exactamente lo mismo!

  • RickBcn

    7 años agoReply

    Yo diré lo siguiente que me resume:

    “Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular.”
    ― Fiódor Dostoyevski

    • maravillabre

      6 años agoReply

      nunca una frase me representó tanto

  • Cornelia o no

    7 años agoReply

    He dado con este relato y me ha atrapado. Consuela en ocasiones ver cómo puedes meterte en la piel de alguien que se siente ante el mundo igual que tú. No sé si a vosotros os pasa, pero a mí “se me está acentuando con la edad”, tengo 31 años y actualmente empiezo a tener serios problemas para encajar en relaciones “normales” al preferir una playa desierta que la mejor de las fiestas, la cima silenciosa de una montaña y evitar las primeras filas de cualquier concierto. A veces pienso que sería maravilloso conversar con alguien como yo, alguien que no me mire como si tuviese una especie de defecto social. Un saludo!

    • 7 años agoReply

      Gracias por comentar Cornelia (por cierto, precioso nombre). No se te acentúa con la edad, con la edad eres más consciente de quien eres y lo que quieres, así que sigue por ese camino. Hay lugar para todos en este mundo, solo hay que buscar en el sitio adecuado. A mí a veces me gustan las fiestas y a veces las playas abandonadas y los días nublados, donde el viento me susurra sólo a mi. Pero a veces uno puede encontrar un oasis de soledad rodeado de gente, lo importante es seguir buscando, seguir buscándose a sí mismo.

    • Milagroa

      6 años agoReply

      A mi me pasa esto desde muy pequeña. Soportaba el colegio, pero no me relacionaba con casi nadie. Yo me tenia a mi mismay eso era lo mas importante. Y asi he seguido esquivando el gentío…por muchísimos años. Ahora estoy en una posicion comoda. He logrado huir de casi todo, pero ahora no puedo huir de mi misma. Con los años me siento mas frágil, en lugar de mas poderosa. Tengo 57 años, y paso casi todo mi tiempo en soledad. pero, aunque detesto los grupos de gente , sus conversaciones, sus gestos, tambien estoy empezando a detestarme a mi misma. Estoy cansada de mirarme y de escucharme. Tampoco soy un ser antisocial. Si alguien me necesita, ahi estoy yo, adoro a los animales, adoro a la buena gente, sufro por los que sufren. Pero estar con gente me causa ansiedad, y llego a casa agotada. Para que he venido yo a este mundo? Donde esta mi lugar?

      • 6 años agoReply

        Hola Milagros,

        El camino de cada uno es diferente. Aunque ya tienes una edad eso no significa que te conozcas. La literatura permite huir o ayudar a reconciliarnos con quien somos. A veces no somos quien creemos que somos y por eso huimos. Da miedo mirarse en el espejo y ver a alguien diferente. Abraza lo que eres y no huyas.

        Justo estoy preparando un artículo que habla de esto mismo, lo he titulado “Carta a mi yo del pasado”. Yo tengo algunos años menos que tú (42), pero lo que me cuentas me es bastante familiar. Yo estoy descubriendo poco a poco quien soy, y mira que llevo tiempo, y lo que me queda. Quien diga que se conoce, es un mentiroso. Aprende a aceptarte como eres, no intentes cambiar quien eres en lo más profundo, porque si peleas contra tí misma solo puedes perder.

      • 4 años agoReply

        Milagroa, te detestas a ti por complacer y ser como los demás quieren que seas .

        Yo eché de mi vida a todos . Ahira estoy como una balsa de aceite. Ni 1 solo me felicita por navidad, nadie me llama . Es sensacional.

        Soy súper feliz

  • Alex Deal

    7 años agoReply

    Quería comentar algo sin rebundar pero sólo se me ocurre decir que siento alivio por descubrir que no es depresión o algún otro desorden, me emocionó tu relato, tanto que casi casi lo pude ver

    • 7 años agoReply

      Hay muchos grados/tipos/forma de ser y cada uno lo afronta como puede, y también he visto casos mucho peores que el mío. Yo durante muchos años pensé que era un puto marciano. Con el tiempo entendí que ser un marciano no es ni bueno, ni malo, es diferente, así que me he hecho a ver el mundo de una manera que se supone que no es. Y es mucho más divertido :)

      Me alegro haber causado esa emoción, es lo que busco! Gracias por comentar.

  • 7 años agoReply

    Pues que yo sufro de la vista de nacimiento y llevo gafas de corrección excepto cuando duermo (y a veces que lo hago) así que tengo un par oscuros para exteriores… y se me olvida quitarmelos cuando llego a cualquier lugar: la oficina o en las tiendas al comprar ¡Imaginad los comentarios de la gente, que ha llegado un loco o al menos un pedante!

    Estamos hechos de un material diferente, si es bueno, igual o malo será vuestra opinión, ¡pero de que lo somos, lo somos! (Nota: mi esposa siempre me pregunta de que planeta provengo, yo le contesto que si lo supiera pues ya que me hubiera regresado, ja, ja, ja )

  • Maria

    6 años agoReply

    Hola.
    A mi no me gusta la gente,tal vez alguna persona.
    No me considero asocial ni tímida.
    Simplemente hay gente que me provoca sentimientos o sensaciones negativas y no me gusta.
    No soporto tener que fingir para agradar o encajar,vestirme de no se qué manera sonreír si no quiero, escuchar la vida del otro si no me importa. Pero al final es lo que toca hacer….

    • Valdo

      6 años agoReply

      Y ni se diga de esos q te llegan d visita los más campantes y después no saben cuándo irse pal …. y uno fingir q son bienvenidos y atenderlos como los mejores anfitriones! Y si tienen niños, correteando por toda la casa y a cada rato pidiendo refrescos , y los padres como si nada !!!!!

    • maria fernandez

      4 años agoReply

      Me vi en tu comentario

  • SYD RIDLEY

    6 años agoReply

    Enhorabuena muy bien expuesto, es tan familiar esa sensación.
    Reconozco que me sentido como si estuviese recordando mis pensamientos. Estar hablando con personas y solo estas pensando en que excusa dar para desparecer y tener tiempo a solas en ese edículo particular que puede ser simplemente cualquier lugar vacío.
    Tener que inventar tu vida, hacer creer que te interesa de lo que hablas, lo que aparentas que te importa.
    No creo que sea un problema de empatia o algo así, simplemente no es necesario ser tan determinante, no hay leyes que nos exijan socializar constantemente solo es que el prototipo de vida es ese pero no hay por que ceñirse a el.

    • 6 años agoReply

      Es curioso la de viajeros de la red que acaban recalando aquí y lo mucho que tenemos en común, pero en estas fechas, has descrito la sensación con total precisión. Gracias por pasarte y comentar.

  • 6 años agoReply

    Demonios, demonios del silencio y demonios de la bulla, al fin de cuentas ángeles caídos, todos, irremediablemente e inevitablemente entrelazados con los demás mediante los cordones umbilicales invisibles…

    https://sergeherbiet.wordpress.com/2013/12/02/los-cordones-umbilicales-invisibles/

  • Raquel

    6 años agoReply

    No puedo sentirme más identificada. La de veces que he deseado poder ponerme a leer un libro en medio de una fiesta o una reunión social… Hace unos días buscaba una cafetería para leer tranquilamente y estaban todas tan abarrotadas que acabe siendo la única “antisocial” inmune al frío sentada en la terraza . Quizá esa tendencia ermitaña sea la que nos empuja a la literatura.

    • 6 años agoReply

      Dímelo a mi que desde que sonaron las uvas he estado escondido a oscuras en una habitación mientras en toda la casa se oía el ruido. Mi superpoder preferido es el teletransporte, sin duda. Los libros son lo mas cercano a ese escape.

  • Denisse

    6 años agoReply

    Yo me siento así frecuentemente aunque a veces hay ciertos momentos en que logro encajar con grupos reducidos de gente. Ahora estoy pasando por un mal momento porque mi trabajo es atención al cliente y a veces quiero escapar pero necesito ese trabajo, llevo ocho años trabajando así y pensé que me acostumbraría pero cuando tengo días libres lo único que quiero es estar con mis mascotas y haciendo mis quehaceres tranquila. Llevo poco tiempo en una relación y me siento cómoda con él. Por una parte me consuela ver que hay más gente como yo pero quisiera poder adaptarme un poco más.

    • 6 años agoReply

      Es curioso, pero este post es el más visitado de mi blog. Para que veas que no eres la única, pero claro, si todos disimulamos de alguna manera nuestra sociabilidad para poder vivir en el mundo real, ¿como darnos cuenta de que el otro de enfrente es como nosotros y desearía estar en silencio, al margen de todo? A mi me pasa, y créeme, llevo más de esos 8 años como tu.

      No hay escapatoria posible, la gente me agota, y mi trabajo para mas inri, es trabajar con gente y ponerlos de acuerdos, solucionar conflictos y negociar, cosa que agota muchísimo. Muchas veces tengo deseos de escapar y huir a un monasterio en completo silencio, pero no arreglaría nada, incluso con esta forma de ser, somos seres sociales, pero yo personalmente, sigo disfrutando de estar solo, cada vez mas.

      Esto es como ser alto o bajo, rubio o moreno, tienes que aceptar cómo eres y encontrar la manera de encajarlo en tu día a día. Tratar con gente es un reto para seres como nosotros, pero también para descubrir los límites de cada uno.

      Y recuerda, no estás sola.

  • JustMe

    6 años agoReply

    Qué alivio he sentido al leerte… Tenía bajón hoy por los problemas q ser así me ocasiona. Me gusta mi trabajo actual precisamente porque puedo evitar esas congregaciones aun estando rodeada de personas. Ayer mismo pensé lo que comentas del supermercado, voy cambiando para seguir siendo anónima, he dejado de comprar en una pastelería artesanal que tengo cerca porque intenta darme conversación, ser simpático y… lo hace genial, pero yo sólo quiero sus palitos de naranja confitada recubiertos de chocolate crujiente. Estoy deseando q termine de pesarlos para pagarme y evitar alguna pregunta que conlleve perder anonimato xD. A veces lo pienso… y sé que es un comportamiento muy asocial, y m digo que tengo que esforzarme y cambiar, aunque lo cierto es q me agotan esos momentos y no siento que compense el esfuerzo. Por ejemplo, vuelvo en metro del trabajo y me enfrasco leyendo camino a casa antes que tener que ser parte del ese grupo que está comentando las aventuras laborales de la mañana, sus animadversiones, sus historias familiares o tener que dar cuenta de las mías… qué me aporta a mí eso? Con lo que adoro ser una desconocida, el anonimato, siento como si m traicionase cada vez que cedo y hago lo mismo que ellos para ser parte del grupo; no es una cuestión de ego, no sé ecplicarlo, pero me siento mal conmigo misma después. Me esfuerzo mucho menos ahora porque hace tiempo que perdí el miedo a las consecuencias: estar sola o el rechazo. Además, la paz y felicidad que siento estando enfrascada en mis cosas (estudio, retos nuevos, deporte, etc)… no es comparable al beneficio de pasar tiempo con alguien (excepto en pareja, que funcionó porque era como yo).
    Confieso buscar pareja en redes sociales para volver a dar con alguien como yo xD. En pareja es diferente, no hay q forzar nada, no tienes que esforzarte por parecer nada… sabe como eres, aun así le gustas e incluso le hace gracia lo que para el resto puede ser un defecto o rareza.
    Terminar un capítulo antes de bajarme del metro…sí me hace sentirme bien! Y me motiva a otras cosas de a tarde.
    Realmente, me gusta estar con gente que no compromete, la que respeta que seas así y no entra en juicios sobre si es correcto o deseable. Lo notas porque, a pesar de ser diferente a ti, sabe dejar esas diferencias al margen, no haciéndolas patentes ni escudriñandote con preguntas impertinentes. No espera nada, sólo comparte los momentos en que coincidís; me gusta coincidir con estas personas.
    Pero esto no es lo que ocurre habitualmente, consiguiendo la mayoría de las veces, lo contrario a lo que pretendo: llamar la atención por intentar pasar desapercibida. Y, por algún motivo, suscita hostilidades, aunque yo no sienta animadversión por nadie en concreto, sólo… que no me gusta estar con la gente.
    Saludos to all my peers! XD

    • 6 años agoReply

      Ser diferente implica que siempre estarás sola. Al menos una parte de ti. Aunque estés rodeada de seres queridos, sean familia o pareja. A fuerza de costumbre, uno cree que se acostumbra a la compañía, pero no. Somos como somos, para qué negarlo. Lo único que les puede pedir a tus seres queridos es que entiendan quien eres y como eres. Nunca entenderán porqué, como si tu misma lo supieras. No te traiciones, déjate llevar y fúndete en tu silencio, rodeada de conversaciones y ruidos ajenos. Ya sabes que eres rara, qué más da, acéptalo de buen grado y disfruta el viaje.

      Gracias por comentar.

      • JustMe

        6 años agoReply

        Igual lo que no comparto con los que, como yo, prefieren estar solos es que… realmente, a mí me gusta estar entre la gente pero con mi espacio propio. Por ejemplo, vivo en el centro de la ciudad, sola, y no cambiaría por nada seguir escuchando los ruidos de los coches, la gente por las calles, gente en el parque o el gimnasio cuando voy a correr, los centros comerciales abarrotados… pero adoro mi individualidad, como mucho, con una persona más, pero no el día entero XD ahahahaha, excepto si es pareja, porque me habría acostumbrado y podríamos ocupar el mismo espacio, a veces en silencio, haciendo nuestras propias cosas, sin que resultase incómodo entre ambos (ya lo he vivido).
        En mi caso, es contradictorio que, a pesar de no gustarme compartir mi vida con la gente, en mi trabajo tengo que relacionarme con muuuucha gente, asesoro, y me resulta gratificante sentir que les ayudo con conocimiento, e intento dar lo mejor por mi parte, muchas veces, incluso más de lo que realmente me corresponde, por responsabilidad y porque ya que tengo esa posibilidad en ese momento…
        A mi manera, en la misma sociedad en que no quiero/consigo integrarme, siento que aporto valor a los demás, y me lo suelen reconocer y agradecer muchísimo, lo que, a su vez, supone una motivación para seguir aprendiendo más de lo mío y seguir mejorando en lo que hago, y eso me hace ser más eficiente y sentirme bien conmigo misma.
        Me gusta ayudar y me indigna la impasibilidad de los demás en situaciones en que alguien la necesita, aunque no la conozcas, qué más da? Es persona.
        Tampoco lo hago esperando nada a cambio, ni siquiera el agradecimiento, me autosatisface saber que lo hago bien y que aporto/ayudo, y punto. Como llegar al km que quiero cuando corro, terminar un capítulo más del libro, terminar de estudiar un tema…
        Y así es como vivo en una contradicción que ni yo misma entiendo muy bien por qué ocurre. Sólo, que de un tiempo a esta parte, dejé de odiarme por ser así, tenía que cambiar eso, porque si voy a estar sola, incluso en los momentos cruciales, no podía seguir siento mi enemiga… sabía que tenía que convertirme en mi mejor amiga, reconciliarme con esa niña que se ha sentido tantas veces mal por diversos motivos con el mismo fondo y que lloraba por las noches… y quererla, abrazarla… porque quién mejor que esta adulta sabe entenderla?
        Esto me hizo cambiar, me cuidé más, logré muchas metas pendientes e intento otras nuevas, desarrollé nuevas armas y estrategias, y comencé a ser feliz a mi manera; aunque sea consciente de que me harán sufrir las consecuencias en diferentes momentos de mi vida.
        Entré aquí un día de debilidad, pero no suelo plantearme esto el resto de días; I’m happy y no me soporto en mode autocompasión. Aún así fue de alguna manera reconfortante leer a gente que siente de un modo similar lo mismo que tú: Gracias.

        • María

          4 años agoReply

          Me ocurre lo mismo: me encanta ser anónima, me encanta vivir en el centro de las grandes ciudades y me dedico al Trabajo Social, me he sentido muy identificada.
          Me encanta estar sola, en pareja o sólo con gente con la que conecto.
          No me gusta hablar por hablar. Y me agotan las reuniones para socializar.
          Ahora las circunstancias me han llevado a vivir en un pueblo. Pensé q me gustaría, campo, montaña, la mitad de las casas vacias, pero no. Aquí nos conocemos todos, vayas donde vayas encuentras a gente conocida y con mi forma de ser no encajo…
          Otra circunstancia que me incomoda es la maternidad, amo a mi hija más que a nada pero no me deja un segundo y yo sin espacio para mí, para estar sola, me empiezo a consumir. Así que ahora q ya es más mayorcita intento tener tiempo en soledad cada día.
          Otra cosa q me encanta es ver películas o series en casa pero yo sola!! con mi pareja no lo disfruto tanto.
          Y me encanta caminar y caminar con mi pareja.

          • 4 años ago

            Curioso lo que me cuentas del pueblo, yo a veces pienso en huir de todo e irme a un pueblo recóndito, de hecho tengo uno localizado, pero pienso que aunque me gusta estar solo, también me gusta compartir cosas. Mi primera hija también me producía esa sensación de ansiedad al no tener un momento de soledad. Ahora que tengo tres, es diferente, es como la quietud que uno encuentra en mitad de un vendaval. La soledad la llevamos dentro, aunque estemos rodeados. Es una actitud ante la vida, no una circunstancia, y somos muchos los que preferimos escuchar y observar. Curiosamente leer es una de esas actividades que se hacen en soledad. Los lectores nos encontramos por algo :-) Bienvenida a mi web y gracias por comentar.

  • maravillabre

    6 años agoReply

    siempre pienso que la casa de mis sueños sería en una montaña donde el vecino mas cercano este al menos a 1 km. de distancia.
    o que esté mas cerca pero sea igual a
    mí y valore la soledad, el silencio y no invadir el espacio del otro.
    dónde hay lugares asi, y que no requieran que una sea milonaria pra comprarse un terreno de ese tamaño a la redonda?

  • Eva

    6 años agoReply

    Como me gusta que esteis hablando de este tema. Cada año que pasa tengo más claro que no me gusta estar con gente. Me explico. Estar con alguien con el cual sintonizas es lo más maravilloso del mundo. Pero estar con la gente por estar, el esfuerzo de hablar por hablar, para que no me juzguen como maleducada, las mascaras, las hipocresías, la lógica desconfianza mutua, los juicios, los malentendidos, las supuestas ofensas… Hacen que me quiera ir a una isla desierta. Me agota, cada día más, y cada día menos finjo, pero al mismo tiempo me siento tensa, por el miedo al conflicto, aunque es una lucha en la que cada día va ganando mi ser autentico, pero en un tira y afloja conmigo misma. No me educaron para la libertad interior, aunque ya los tiempos parecen estar cambiando, para bien y para mal. También debemos desarrollar más empatia hacia los demás, por que a veces me parece que, tanto nos repitieron en las últimas décadas que debíamos querernos a nosotros mismos, que se nos está olvidando que tenemos que querer también a los demás, pero desde la autenticidad.

    • 6 años agoReply

      Como me dijo alguien una vez. A veces la gente no sabe que hacer con la libertad, e invade la de los demás. La gente me agota muchísimo. Acabo de llegar de un viaje -en solitario- en el que no he cruzado más de diez frases en tres días. Que felicidad. Reconozco que cuando alguien me hablaba se hacía especial. Cuánto hablamos, y qué poco decimos a veces. Siempre me hago a mi mismo la promesa de intentar hablar menos y hacer que mis silencios sean más elocuentes, pero se me olvida rápido.

      Gracias por comentar, Eva.

  • Arwe

    6 años agoReply

    Perfectamente imperfecto.

    Gracias por compartir este pedacito de día, por hacerme sentir calidez y haberme echo sonreir pensando en la opción de la escopeta, te comprendo.

    Muchas gracias.

    • 6 años agoReply

      Gracias a ti por sonreír y venir a contármelo.

  • Emma

    6 años agoReply

    No me gusta la gente, cada vez me gusta menos. No soporto los gritos, los malos modales, la estupidez, el aborregamiento… Me gusta la soledad y, como te pasa a ti, más de tres ya son multitud. Empatía tengo y mucha, pero una cosa no lleva a la otra. Voy reduciendo las amistades porque ¿en realidad qué son los amigos?, desde luego que no aquello que no cumple con el concepto amistad y que son la mayoría de cuantos nos rodean. Si algo ya he aprendido es que la sinceridad empieza por uno mismo aunque a los demás no les guste. La gente en masa es demasiado anodina y siempre hay algún o algunos elementos que necesitan lucirse y el aplauso de la ignorancia ;) Saludos.

    • 6 años agoReply

      Esquivar a la gente y encontrar a las personas. Ése es el reto. Ahí fuera existen personas irrepetibles, únicas y geniales que debemos conocer. Encontrarlas y capturar su sonrisa y sus pensamientos merece la pena. Todo lo demás son momentos espesos en los que hay que nadar entre inmundicia e impertinencia a partes iguales. Gafas de sol, sonrisa y una buena canción para aguantar el chaparrón. La única solución es saber estar solo rodeado de una multitud y no dejar que nos manche la camisa. Ánimo, que somos muchos, aunque no nos reconozcamos.

      • Anónimo

        5 años agoReply

        No se podría haber interpretado mejor..
        No estoy sólo..

        :)

        • 5 años agoReply

          Somos legión. Te recomiendo un libro que me abrió los ojos “El poder de los introvertidos” de Susan Cain.

  • 6 años agoReply

    […] tiempo en mi blog de escritor que habla de ello, sin decir expresamente la palabra introversión: por qué no me gusta la gente, que por cierto, es uno de los artículos más visitados de mi blog ¿por qué […]

  • Anónimo

    5 años agoReply

    ¡Holaa! A mi me pasa algo parecido, pero no tengo nada en común con la gente, siempre trate de enmascararme en otra persona que no soy yo para poder compartir momentos con las personas forzadamente porque eso es lo que esta supuestamente bién en la sociedad. Nos dicen que estamos obligados a vivir en sociedad porque este es un lugar con muchas personas y es donde supuestamente necesitamos de otros humanos, pero me dí cuenta que todos somos diferentes, y que no siempre es así. Algunos se sienten cómodos con su soledad y algunos con su extroversión. Y eso está totalmente bién porque somos diferentes. Todos tenemos distintas maneras de ser felices, ¿Por qué ser algo que no somos y pretender ser felices cuando podemos ser felices realmente? La vida es bella, y cada uno la disfruta a su manera, no nos sintamos obligados a ser algo que no somos. Expresemonos, y que no nos importe lo que digan los demás, vinimos a ser felices. Espero que todos pueda ir por el camino que mas les sienta bién.

  • MoonL

    5 años agoReply

    Me ha encantado leer este post y todos los comentarios, por una vez en mi vida me he sentido comprendida y feliz de saber que no soy la única a la que le ocurre esto. No me gusta nada estar con gente (a excepción de mi pareja) y a veces me siento mal. Me encanta ir a la playa sola, ponerme en la esquina más alejada, llevarme un libro mi música y estar allí, sin más. El problema es que vivo en un pueblo pequeño, y siempre está la típica persona de “avísame si vas a la playa” “avísame si vas a pasear” y yo realmente quiero ir sola. Me siento mal por esa persona, porque no tengo nada en su contra, simplemente prefiero mi única compañía. El problema es que si no aviso me verá igualmente en la playa, paseando… Y yo sin avisar, por lo que se lo tomará como algo personal. También tengo una familia muy amplia y las reuniones familiares me generan muchísima ansiedad. Nos juntamos para comer como 20 personas y yo siempre soy la rarita, y es que realmente yo lo único que quiero es irme. Adoro a mi familia, pero como tú comentas, más de tres personas es multitud… Realmente hay muy poca gente que me comprenda y vivo rodeada de personas (a excepción de mu pareja) que, al contrario de mí, tienen mucha dependencia social, por lo que es un problema. Me ha llamado la atención ver que muchos habláis sobre la empatía. Yo también, a pesar de que no me gusta la gente, soy extremadamente empática, también con los animales. De hecho disfruto muchísimo más la compañía de los animales que la humana. Soy voluntaria en una protectora de animales y paso allí muchísimas horas, incluso los sábados por la noche cuando “debería” estar saliendo. La gente no lo entiende, y para mí es la perfección. Creo que ya he escrito mucho. Muchas gracias por haber escrito este post y crear este espacio de intercambio de percepciones. Creo que a partir de hoy me sentiré diferente y llegaré a conocerme más.

    • 5 años agoReply

      Es curioso como al final nos encontramos los solitarios, como náufragos. Silencio y soledad, que gran lujo. Yo también soy de los que huyen en reuniones familiares (las odio!) y me escondo en algún lugar apartado. Gracias por comentar y compartir.

  • Elizabeth

    5 años agoReply

    Resulta que googlee el porqué no me gustaba la gente… Y me encontré con esto, lo cual es verdad; Me pasa igual, no me gusta estar “rodeada” de personas, odio los lugares públicos. Cada vez que entro en un lugar público intento calmarme y concentrarme, es decir, el fin con el que iba a aquel lugar; Con respecto a las gafas… yo las uso solo cuando hay sol (para no parecer tonta si las uso cuando esta nublado, aunque me gustaría), pero si, me gusta usarlas y creer que soy “invisible”, creer que nadie nota mi presencia por lo que pueden pasar de mi.
    En fin, no encontre lo que buscaba a con respecto a mi “problema” pero me gusto mucho lo que leí. Gracias por distraerme unos minutos de mi absurda realidad. Sigue escribiendo, lo haces muy bien. Abrazo grande!

    • 5 años agoReply

      Elizabeth, te sorprendería saber la cantidad de gente que tiene mucho en común contigo. No tienes nada malo, lo mismo que los pelirojos o los albinos no tienen culpa de tener un color de pelo que llama la atención. Puedes teñirte pero por dentro seguirás siendo diferente. Disfruta lo que eres y aprende, que si eres albina, tienes que llevar protector solar y gafas de sol, por lo demás no eres tan diferente. Igual tienes un superpoder y aún no lo has descubierto.

      Gracias por pasarte y comentar :-)

  • Isa

    5 años agoReply

    Uff…Maravilloso relato, principalmente porque yo me siento así. Hace años noté mi agobio en la gran ciudad, ese momento dentro del coche en una calle estrecha llena de gente, que me llevaba a una perspectiva de caja de zapatos, y que se reflejaba en unos cada vez más acelerados pálpitos de mi corazón. Ahí me di cuenta de que siempre había deseado la tranquilidad del campo, pero que ahora ese deseo era necesidad. Después de vivir unos meses en un pueblo a las afueras, noté mucho más mi angustia cuando unas Navidades tuve que ir a la Puerta del Sol (sitio que evito siempre que puedo). Toda esa gente andando rápido, gritando, con empujones… Me llevó a sentir un pequeño ataque de ansiedad y la necesidad de huir de allí.
    Ahora que trabajo con animales estoy en otro proceso. Al principio pensé “yo sola sin más qu ellos peludos… Que rara me siento”. Ahora pienso “estoy tan cómoda con ellos, que no deseo estar rodeada de más gente en mi día a día”. Puedo estar con personas, claro que sí y de hecho siempre he sido temendamente sociable, pero ahora si puedo evitarlo estoy con mis pequeños peludetes y si puedo elegir, elijo no estar con más de dos personas. Gracias por hacerme sentir bien al leerte!!

    • 5 años agoReply

      Me alegra mucho saber que mis letras te han hecho sentir bien por un rato. Y sí, los animales tienen algo que las personas generalmente no pueden dar.

      Gracias por dejar tu comentario y estás invitada cuando quieras a seguir leyendo en mi blog ;)

  • Ana

    5 años agoReply

    Yo también siento cierta tensión y aburrimiento cuando me encuentro en grupo. Imagino que es porque en grupo todos actuamos con cierto fingimiento y teatro, y eso produce cansancio mental. Además, la mayor parte de las conversaciones están prefabricadas y llenas de tópicos y lugares comunes.

    • 5 años agoReply

      Parte de lo que dices sobre las conversaciones prefabricadas es porque mucha gente prefiere no darse a conocer. Quizás por cobardía, hastío, timidez o cualquiera otra de las causas. Quizás la conversación es tan estúpida que no le merece la pena siquiera intervenir en ella. A veces nos llevamos la impresión de que la gente es idiota porque es idiota, pero otras veces no, igual todos piensan que los demás son idiotas y excepto uno o dos, están simplemente una oportunidad para lanzarse sobre un plato de conversación jugoso. La gente, en cualquier caso agota, aburre y decepciona, sobre todo si estás con el grupo equivocado.

  • Onelove

    5 años agoReply

    Bufff que alegría saber que no tengo nada raro en la cabeza, que no soy la única, me siento tan agusto sola haciendo mis cosas, cuando, como y donde quiero, amo tanto la naturaleza y a los animales y me gusta tan poco la gente aborregada, la superficialidad, la banalidad…no soporto tener que estar contenta por narices o reír, sentir , hablar etc
    Soy muy empatía, sensible, si está en mi mano ayudar a los demás, pero no encajo en todo lo que marca la sociedad.
    Es un alivio saber que hay gente como tú aunque sea muy difícil encontrar, ya que nos invaden más los supuestamente sociales…no solo me siento así ahora con mis 44 años sino que he sentido así desde que tengo uso de razon. Un saludo a todos y a seguir siendo uno mismo a pesar de todo..

    • 5 años agoReply

      Somos difícil de encontrar porque hemos perfeccionado tanto la manera de mimetizarnos con un mundo hostil que ni siquiera entre nosotros nos reconocemos. Sin embargo, es fácil. Solo hay que esperar a que el silencio haga su parte. Aquellos a los que no les moleste son de los nuestros. Aquellos que se paran a ver algo hermoso allí donde debería haber nada. Un trébol entre adoquines. Una simetría natural. La luna apareciendo por sorpresa en un reflejo. Estamos por todas partes. Observando en silencio. Ocultos. Sólo hay que temer el valor para bajar nuestras máscaras un poco.

      • Eva

        5 años agoReply

        Decía Onelove que no da alegría saber que no hay nada malo en nosotros. Por supuesto que no lo hay, el problema es que en la medida que siga existiendo muchísima gente que si cree tener un problema y que no funciona acorde consigo misma porque le han dicho que está obligada a ser sociable, nosotros vamos a tener más problemas por estar en minoría y sin apoyo, nos van a elegir como chivos expiatorios, de cualquier modo lo vamos a tener peor, especialmente si somos mujeres, a los hombres se los respeta mas

  • Juan

    4 años agoReply

    Yo vivo en Valencia y estoy cerca de dejar la ciudad para ir a un pueblo de montaña aquí en España un pueblo de no más de 600 abitantes, si es mi caso el mismo de no gustarme la gente y su barbarie, su impulsividad, soberbia, codicia, envidia, la ciudad es un caldo de cultivo de conductas primitivas e inmaduras, hoy por hoy ya no basta con decir hay que ir a la tuya y no meterte en nada pero aun así te busca algún sinvergüenza, a mí particularmente nunca me ha pasado nada pero he visto a mi lado empujar alguien aun desconocido, jaleos o bronca en la sola del supermercado y de todo un poco, que puedo decir con esto que el próximo puedo ser yo, he llegado a estar sentado y mi perrita chihuahua ladrar y derrepente decirme alguien agritos que le ponga un bozal a mi perrita y yo naturalmente callarme, estar en el autobús al lado de la ventana y preguntarme alguien en que parada voy a bajar y yo contestar que cuando llegue mi parada me bajare y decirme que es para por si bajo yo antes o después que cambiáramos de sitio y es muy simple yo me siento donde quiero y me gusta la ventana, esa persona al decirle que cuando llegue mi parada me bajare que es como ya decirle no pienso ceder mi asiento pues esta persona decirme que soy un desagradable cuando yo le responde en manera normal sin ningún tono de voz despreciable o gesto que pudiera incitar a una provocación de agresiones verbales de intercambio, así estuve yo sentado mientras en el tiempo de 5 paradas que aún me faltaban esta persona me llenaba de descalificaciones entre los pasajeros de los cuales ninguno contestaba aunque alguno asentaba con la cabeza en modo placebo, me queda poco para esa casa donde al asomarme por la ventana vea solo monte y rio, subir a lo alto de una montaña en un día de invierno y gritar, simplemente gritar sin decir nada, tendré cientos de libros, una radio sin TV ni internet y ni teléfono, 2 perros, una caña de pescar y un yoyo sin cuerda para jugar al escondite, no me canso nunca de mirar a los árboles cuando los mece el viento, me gusta mojarme cuando llueve, y sentarme en algún banco solitario y escuchar los ruidos de la naturaleza e identificarlos, solo me queda aguantar la navidad, esa fecha en la que me cruzare con ese vecino que jamas me ha dicho ni ola y me dirá feliz navidad, o la pregunta de con quien bas a pasar la noche buena y vieja y que te han regalado cuando todo esto no les interesa para nada saberlo, solo lo quieren decirte en realidad lo que ellos van a hacer o tener, solo unos meses más y mi casa para enero o febrero a muy tardar en la que me llevare mi portátil sin conexión a internet, a propósito mi futura casa no esta en el pueblo exactamente, esta a un kilómetro del pueblo al pie de una ladera y pasa el rio caudaloso ancho y de agua limpia a 300 metros de mi futura casa, sin mas me despido solitarios que cada vez somos mas.

    • 4 años agoReply

      Le escribo desde Valencia, Venezuela y ¡caramba, cómo se parecen tanto ambas ciudades!

      En mi caso de verdad que me puedo mudar sin mayor problema a un pueblo más pequeño y tranquilo a 200 msnm (mi Valencia está a 470 msnm), justo donde arranca el llano venezolano, pero estoy atado al Internet, ese cordón umbilical, debido a mi trabajo (¿acaso vivo en «The Matrix»? Muchas veces la realidad supera la fantasía…).

  • María

    4 años agoReply

    Por lo que he leido en los comentarios, somos personas poco superficiales, no nos gusta hablar por hablar pero somos empáticos y disfrutamos de una compañía sincera como la pareja, los animales o los niños. A mi me es más fácil relacionarme desde el hacer, quedar para hacer algo no para charlar sentados o charlar de pie en un bar lleno de ruido. Por eso me es fácil relacionarme con mascotas o niños, niños q se relacionan jugando. Me encanta jugar.
    Mi pareja es todo lo contrario, le encanta hablar, juntar a mucha gente, reunirse para comer y extraextender la sobremesa. Le quiero porque es muy amable, fiel, voluntarioso y comprensivo pero muchas veces pienso que sería más feliz con alguien como yo porque me gusta estar sola pero no me gusta sentirme sola.

    • 4 años agoReply

      Si es amable, fiel, voluntarioso y comprensivo es mucho, muchisimo. Nada es perfecto. Ni siquiera el silencio. Cuanto más busco la perfección, más consciente soy de todo el tiempo que he perdido por no disfrutar lo que siempre he tenido. Y aun así lo sigo buscando. Somos idiotas, con lo felices que son los niños a los que se les deja jugar.

  • Oscar

    4 años agoReply

    Después de tanto tiempo pensando que yo era un bicho raro me he dado cuenta que no soy el único que se siente de igual manera que todas estas personas que dejan su comentario, gracias pues no 8maginais las cosas que se me han pasado por mi mente

  • 4 años agoReply

    […] A Nicholas no le gusta la gente, y que lo reconozca lo hace más interesante y confiable. […]

  • Sara

    3 años agoReply

    Yo igual, no me gusta la gente y como tengo demasiada empatía se me encienden muchos sentimientos que manejar, agota.

    Lo llamativo es q creo q muchos somos extrovertidos (no nos cuesta hablar sin más un momento por encima con alguien) pero no nos gusta la gente (y ya profundizar con ellos descartado) lo que suena contradictorio, pero es compatible.

    Creo que la gente empática que se vuelve antisocial son buenas personas, que han nacido siendo ya un poquito “anti-gente” y esto se les convierte casi en fobia ya que se las machaca.

    • 3 años agoReply

      La gente agota, para bien o para mal y aqui mismo en los comentarios de todos los que caéis en este artículo esta una buena muestra de que de una u otra manera, todos tenemos eso en común aun siendo muy diferentes. Gracias por comentar Sara.

  • Antonia

    3 años agoReply

    Me he encontrado con tu blog y me encanta. Me siento totalmente identificada con absolutamente todo. En mi trabajo de diseñadora web normalmente trabajo absorta en mi pequeño mundo, pero hace 2 años tuve que sustituir a la compañera de recepción durante su proceso para curarse de un cáncer de pecho. Creo que jamás lo había pasado tan mal. La gente al otro lado del teléfono, despertaba ganas de matarlos. Gente borrega, que habla leeeento, gente que no vocaliza, gente pesada, gente maleducada. No los soporto, creo que me voy a volver loca

    • 3 años agoReply

      La gente está llena de sorpresas, pero claro, hay que saber rascar. Me encanta tu nombre, por cierto. Me recuerda a una chica muy maja que conocí en una feria, donde nos reíamos mucho de la gente ;)

      Disfruta del blog, tengo un artículo sobre la gente mala que igual te gusta.

  • ikutikut

    3 años agoReply

    y yo que pensaba que éramos menos. Aportaré mi granito de arena. Tengo 19 y desde pequeña siempre me han dicho que era reservada y que eso debía cambiar porque debía abrirme…. Honestamente, entonces y aún ahora sigo sin ver la necesidad de contar algo, siempre que no sea interesante o diferente de tu rutina. La mayoría de las veces no siento nada, simplemente estoy pensando: “intenta parecer maja” y cuando siento algo es a extremos, o me rio a carcajadas o lloro. De hecho, recuerdo varios profesores que se me acercaban explicándome esto mismo. Mi colegio era católico por lo que la solución era Dios (spoiler: me considero atea pero suelo decir agnóstica). La verdad, en el colegio estaba peor porque apenas tenía esos momentos de alegría o tristeza y además, soy chica pero no entro en la categoría de bella o diferente (me definiría como una chica tipo, cuerpo normal, notas normales) y tenía baja autoestima (¿Quién no la tiene en la adolescencia?, además mi adolescencia nació con el boom de las redes sociales lo que no ayudó obviamente) por lo que pasaba desapercibida. También me decían que era especial y que la gente se daría cuenta si me abría. No soy especial. Soy una persona con un cuerpo normal que ha desarrollado una personalidad algo lúgubre y una visión de la vida pesimista pero eso no es ser especial. Es ser estúpido porque me consuelo a mi misma con comentarios sobre lo pésima que es la vida. Sí, me acabo de llamar estúpida pero bueno tengo 19, dicen que la gente joven hace cosas estúpidas. Alegrando un poco el tema, considero que tengo 1 amiga cercana a la que le puedo contar todo, que saqué del colegio y un par más, algo menos cercanas pero puedo confiar en ellas. Siempre he carecido de las habilidades sociales básicas de comunicación, quiero decir leo bien el ambiente y puedo sentir si una persona está triste o feliz pero simplemente me supera el tener que dar conversación. Podemos simplemente saltarnos la parte de hablar de cosas ligeras y pasar a las profundas, o simplemente sentarse y ponerse cada uno un casquito y escuchar música o ver una peli y comentarla, durante o después y hablar cuando sea realmente necesario. Estoy convencida de que cuando uno tiene un amigo real, esos silencios incómodos no existen y se disfrutan de vez en cuando.
    Uff y los grupos. las fiestas de cumpleaños, las reuniones del colegio, las fiestas universitarias me hacen sudar, no sé cuantas veces me he escabullido ya, en verdad me agobian, a veces voy al baño y después de escuchar música y dibujar un rato, vuelvo a respirar y cuando estoy lista, vuelta al juego.

    • 3 años agoReply

      Ni te imaginas la cantidad de gente que he conocido que me ha expresado lo que siente con las mismas palabras que tí acabas de usar. Lo que dices de esconderte en el baño… te reirás, pero es mas comun de lo que crees. Hay un gran orador que lo cuenta, como después de dar una charla delante de cientos de personas (y ser aplaudido a rabiar) tenia que esconderse en el baño un rato para no tener que lidiar con la gente después. Yo de adolescente me escondía en la biblioteca (no para leer ni para estudiar como creian algunos), simplemente para estar a mi aire.

      Puede ser decepcionante ser “uno mas” después de todo, pero somos demasiados sobre el planeta como para ser mínimamente originales. En mi caso lo importante no es ser único ni especial desde el punto de vista estadístico, es encontrar “mi” lugar y para eso hay que escarbar, a veces hacia abajo, a veces hacia arriba. Implica compartir y encontrar gente que como bien dices, pueda mirarle a los ojos y entrar a hablar de cosas que realmente importan sin tener que entrar en convencionalismos o disimular ser otra persona. Pocas veces he encontrado alguien así y cuando lo encuentras, merece la pena, aunque dure poco.

      Te mentiría si te dijera que la adolescencia es una etapa que se supera y luego todo es mejor. No, la gente no madura, la gente simplemente deja de hacerse preguntas y se conforma, la gente acepta el mundo sin entender casi nada, excepto a resignarse y a guarecerse del mal tiempo. Esperando… hasta que se muere o la vida le empuja. Aprovecha la energía y sigue haciéndote preguntas, para morir siempre hay tiempo. Dicen que está todo inventado y es cierto, pero la belleza está en el descubrir las cosas, no hace falta ser el primero, basta con ser capaz de maravillarse.

      Gracias por pasarte y comentar :)

  • MoonL

    3 años agoReply

    Hace años que he escrito y aún sigo entrando a mirar todos los comentarios para poder leer lo que muchas veces soy incapaz de expresar. Qué identificada me siento con todo lo que escribís. Cuántas veces me habrán tachado de maleducada por no forzar una conversación banal, o de sosa y borde por no prolongar una charla insulsa. Nada más lejos de la realidad. Si algo he aprendido con el paso de los años, y también leyendoos a vosotros, es que poseemos un mundo interior muy rico y suficientemente pleno como para poder disfrutar de nuestra propia compañía y también optar por conversaciones más profundas y trascendentales. Me ha gustado mucho lo que ha comentado una chica y es que las personas como nosotros valoramos la “compañía sincera” de la pareja, animales y niños, ya que es totalmente lo que siento. Sueño con el día en el que me pueda retirar al campo, con mi pareja, mis gatos y futuros perros, sin vecinos, sin ruídos… Gracias a todos por verter en este lugar vuestros pensamientos y emociones, me reconfortáis muchísimo.

    • 3 años agoReply

      Ojo, porque a veces nosotros mismos nos disfrazamos para poder pulular por el mundo exterior. Hablo de eso en un artículo que escribí hace años (https://nicholasavedon.com/fiesta-de-disfraces/).

      Lo maravilloso es poder reconocer el disfraz y pasar a un plano de comunicación profundo sin que se perciba. A veces ocurre de forma natural, a veces hay que saber provocarlo. Es un placer cuando en una fiesta ruidosa dos personas se encuentran y mantienen una conversación mucho mas personal sin que nadie de su entorno se de cuenta.

      El exceso de sensibilidad requiere protección y a veces uno no percibe porque está excesivamente protegido. Nos perdemos muchas cosas sin querer. Las prisas son otro problema. Yo también cuento los días que quedan hasta que puedo ir al campo y dedicarme a escuchar la nada y contar motas de polvo suspendidas en un rayo de luz. Ahí es donde en realidad ocurre todo.

  • Anónimo

    3 años agoReply

    Quizás lo que tienes es fobia social. Yo de chica era tímida . De adolescente pasé a ser fóbica y de adulta ya poseo un transtorno es evitativo.
    En mi caso se ha acentuado profundamente con los años
    Fue como cavar mas y más profundo.
    No se si amo la humanidad. A veces creo que si otras veces que no. Prefiero estar sola o con animales. Las reuniones directamente me producen alergia o ataques de pánico.
    Me aburre la mayoría de la gente especialmente la más normalita que solo habla de cosas de la vida diaria y política.
    Saludos.

    • 3 años agoReply

      Muchos esconden su verdadera personalidad detras de esa charla intrascendente de la vida diaria y política, ojo con ellos ;)

      Gracias por comentar, Anónima.

  • Claudia

    2 años agoReply

    Me ha encantado el artículo. A veces es difícil imaginar que existan personas así, pero si existimos, estamos aquí, detrás de la pantalla de un televisor, del móvil o de unas páginas de un libro. El tema es que no salgo de mi casa sólo para no estar en lugares públicos. No es que no pueda hacerlo, de hecho no hay remedio cuando tienes que ir a la escuela o al super o al trabajo, pero si me dieran a elegir, elegiría mil veces mi soledad, mis gatos, mis pelis, mis libros o una habitación en una montaña estaría genial a miles de km. Mi fantasía siempre es irme a lugares lejanos con pocas peronas . Mi vida transcurre con 2 amigos quizás, mi familia Y mi pareja. No soy de amigos, no me atrae estar con mucha gente. La verdad no me importa lo que piensen, así soy feliz.

  • Patricia Rodríguez

    2 años agoReply

    Vengo con la idea que me ronda… Buscando e investigando sobre apegos… A ver que andaba mal en mí. No me gusta la mayoría de la gente y no tengo amistades. Ese peso de que me deba importar lo que otros sienten o piensan, me aleja. Mientras comparto en mi ámbito laboral, todo está bien: hablo, estoy pendiente de sus roles dentro del trabajo, apoyo y colaboro, soy empática y deseo su bienestar. Pero una vez que llegó a mi casa, no me interesan… Y peor si me encuentro con alguien que pone sus expectativas en una amistad conmigo: es que no me llamás, por qué nunca me escribes, es que nunca puedes o quieres salir… Cosa que me aleja más de la gente…
    No soy la única, así que dejaré de darle vueltas al asunto!!! Gracias por darme paz a a través de esta narración tan amena!

  • Anónimo

    2 años agoReply

    Yo también soy así, pero no creo que seamos tantos. Y yo no aguanto ni a multitudes ni a personas de una a una. Soy muy poco sociable, y cada vez menos.

    Y coincido: no debe confundirse la poca sociabilidad con la falta de empata o el ser antisocial.

  • Johanna

    2 años agoReply

    Me gustó mucho tu escrito y creo que disfrutaría tu libro. Yo si no soy empatica, me refiero, no me gusta la gente y eso ha sido desde que tengo uso de razón. La gente me quita energia, podría fácilmente vivir aislada. Disfruto demasiado las cosas que puedo hacer sola, e interactuo lo que necesito en foros online de temas de interés, filosofia, astrología etc. Sere sicopata? No se, pero mi estado ideal es estar aislada con animales. Toda mi conexión es con ellos y con la naturaleza. .Irónicamente tengo un iman para atraer gente, algo notorio desde niña y sigue sucediendo aun cuando luego las personas no me entienden porque entender los silencios no es algo a lo que estamos acostumbrados no? En fin, gracias por tu escrito y te dejare saber como me vino tu libro. Saludos!

    • 2 años agoReply

      Gracias por tu comentario Johanna. Lo que veo cada dia por los comentarios, es que somos muchos los que tenemos una sensibilidad u otra, más de lo que nos pensamos. Afortunadamente la literatura ha sido siempre un conector silencioso y discreto en un mundo ruidoso, cada vez más.

  • Anónimo

    1 año agoReply

    Me siento muy identificado con todos los comentarios en general. Siempre he pensado que hablar por hablar no tiene sentido,que todos nos ponemos una máscara correcta y nos dejamos llevar por lo normal. Conversaciones banales, vidas banales y relaciones banales porque así es como tiene que ser.
    Aun así tengo siempre el eterno dilema de si debo cambiar yo y adaptarme a este juego social o aceptar ser una pieza que no encaja del todo.
    Me gusta más la idea de lo 2o, pero también he leído desde la adolescencia (ahora tengo 29) acerca de la fobia social que comentaba un anónimo hace un año.
    El hecho de que que simplemente sea algo que se puede trabajar y que está mal en mí me genera un dilema enorme y enormes dudas de mi identidad..

    • 1 año agoReply

      Como verás por los comentarios, hay muchas mas personas como tú de las que creerías. Con el tiempo, aprendes a reconocerlas y a no juzgar por las apariencias, algunos nos disfrazamos muy bien.

  • Juanjo

    10 meses agoReply

    Me encantan esas noches cuando hay poca gente en los bares o en las terrazas para tomar unas cervezas..O salir un día de diario q no trabaje al día siguiente en lugar de un fin de semana

  • Patricia

    9 meses agoReply

    Mi compañera de trabajo que se ha convirtió en amiga, en los cafés de la mañana siempre decía, no me gusta la gente y he querido leer sobre ellos, al leer la narración de avendin he flipado, ha sido como quitarme una venda de los ojos,y decir wauuuu !!! Yo soy de esas, lo que buscaba para mi amiga,no era para ella era para mí,me siento así muchas veces, me gusta la pazla tranquilidad mis propios pensamientos, estar conmigo, reflexionar, soy tremendamente empática pero no me gusta estar con un grupo excesivo porque sé que es una lucha para intentar destacar, a ver quién dice lo más interesante el chiste más gracioso, o es la más amable, sobre todo si son mujeres así que definitivamente prefiero mi compañía y de los que entiendan como yo y sientan como yo, que suelen ser pocos por eso no suelo encajar.

Leave a Reply

 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Featured

rosemary williams kubrick reading e1480180373542

Apúntate a mi lista de correo

Mi lista de correo sirve para enviarte por email una recopilación de mis últimos artículos cada tres semanas. Así no se te pasará nada de lo que escriba. Te prometo que no le daré tu email a nadie ni te venderé descuentos en viajes a Marte, esto queda entre tú y yo. Bueno, y cualquier visitante del futuro que conozca nuestro destino.

¡Ya te tengo fichado! ¡Gracias!

¿A tí tampoco

te gusta la gente?

 

Puede que entonces te gusten mis libros.

Hablan de personas, sí, pero de personas diferentes.

Todas mis historias hablan de lo mismo, de esa búsqueda.

Mi última novela habla de un tipo que lo ha perdido todo y dejó de buscar hace tiempo.

Un tipo que ya no sabe quién es.

Un tipo especial.

Haz click aquí para saber más

You have Successfully Subscribed!