Akira: ultra violencia metanfetaminas y ciberpunk

Quizás ya no estemos en 1988 para hacer una reseña de lo último en ciberpunk ultraviolento y transgresor como lo fue Akira en su día, pero todavía no estamos en 2019 así que… ¿voy a perderme semejante gusto? No, la verdad es que no. Que se jodan los de la última fila, si esos swagers sedientos de novedad tras novedad. Antes de que conociéramos la palabra hipster, un tipo llamado Neo tuvo que elegir entre una cápsula roja o  azul. En 1992 una de las palabras más repetidas fue NeoTokyo  y en concreto el eslogan de: NEOTOKYO ESTA A PUNTO DE E-X-P-L-O-T-A-R

Voy a pegarme el gusto de tomarme un par de anfetas, coger la vara de hierro, enfundarme mi chupa de cuero rojo, y subirme a mi  megamoto a ver que cráneos puedo partir por la oscura y turbulenta ciudad ciberpunk llena de neones. ¿Quién se apunta?

Akira, la obra magna de Katsuhiro Otomo empezó como novela gráfica en 1982, pero saltó a la fama por la titánica producción y fama de la película de animación que todos -o casi todos- conocemos. En 1988 se estrenó en Japón, después, nada volvió a ser igual en occidente.

Quizás muchos puedan pensar que la fama de esta obra maestra se deba a que llego en un momento, como la archi-conocida Dragon Ball, que abrió fuera de Japón un nuevo mercado sin explotar, el de la animación japonesa. Vamos, que llego en el momento justo, una senda abierta por series tan inocentes como Heidi, Marco o Mazinger Z. Bueno, puede que el impacto hubiera sido muy distinto de estar acostumbrados a cómics y dibujos de ese estilo,  pero quitarle mérito a una obra de culto como Akira es como mínimo pecado mortal y merecéis como poco que la vara de hierro se hunda en vuestra cabeza. A mi parecer, en el cómic europeo underground ya existía Jodorowsky, y el resto de obras no tan underground, que a nivel de narrativa argumental y dureza no tenía nada que envidiar a una novela gráfica como Akira, entonces amigos… ¿Qué hacía a Akira tan diferente?

Veamos, vamos a darle caña a la fascinante moto, según algunas fuentes una Honda según otras una BMW, no es posible corroborrar la marca, ya que ni en la película ni en el manga sale una marca clara, pero si os digo que por la conducción y su origen, me decantaría por una Honda o una Suzuki: 154 kg de máquina con una velocidad máxima de 245 km/h, capaz de ir de 0 a 100 en 8,7 segundos, una bestia roja que mide casi tres metros de largo ¡y hay quien dice que usa lector de CD! Funciona con electricidad y puede llegar a las 12500 revoluciones por minuto con una autonomía de dos horas a toda potencia si esta totalmente cargada.

Desde luego todo el mundo recuerda La Moto, nos enamoramos de ella y hay quien todavía espera a que se fabrique algún día (podéis encontrar por la red a varios que la han diseñado para construirla, rediseñado y incluso hay quien se la ha fabricado con un coste de unos 120.000€  aunque dudo mucho que las prestaciones sean las del anime). Para crear el sonido de semejante bestia se mezcló el sonido de una Harley-Davidson de 1929 y el de un jet.

Pero, ¿es ese el secreto de Akira? Claro que no, de hecho el título da lugar al McGuffin principal sobre el que girará toda la obra, el misterio, la excusa que desencadenará el resto de acontecimientos.

¿Qué es Akira?

¿A nadie le suena el modus operandi?

Matrix, ¿qué es Matrix?

Al parecer en un principio y no voy a “spoilear”, Akira es el nombre de un proyecto ultrasecreto del gobierno. Nos encontramos en un Japón postnuclear después de una tercera guerra mundial, donde la capital ha sido reconstruida, y más o menos devuelta a la normalidad después del caos. No tardaremos en descubrir que a pesar de todo, los bajos fondos y los grupos reaccionarios están fuera de control, en las calles predomina la ley del más fuerte, y no estás a la moda, si eres joven y no perteneces a alguna banda y sobre todo a una banda de moteros rebeldes que luchan por el territorio o simplemente para ver quien es el mas chulo. Y ese es el punto de partida: una banda de moteros llamados “los cápsulas”, encabezados por Kaneda y uno de sus mejores amigos, Tetsúo, que siempre ha sido dependiente de su amigo. Tras un accidente en una pelea, Tetsúo desaparece arrestado por el ejército y empiezan a experimentar con él.

Hasta aquí puedo leer, os recomendaría que vayas a cualquier biblioteca pública y leáis los 6 tomos del manga, o si realmente sois fans del genuino ciberpunk de los “80, compréis ya cualquiera de sus ediciones. Comprenderéis mucho mejor los 124 minutos de metraje de la película de animación.

A más visionados más se comprende todo

El director, Katsuhiro Otomo emprendió el mismo la tarea de condensar más de 2,000 páginas de manga en poco mas de dos horas. La información está ahí, pero hay que estar muy atento a la película, y como en Matrix, a más visionados más se comprende todo. Podéis encontrar política, biotecnología, teología, sociología, amor, poderes psíquicos, terrorismo, drogas, ultra violencia y mucha acción e infinidad de temas más a lo largo de todo el largometraje.

La película contó con un presupuesto de más de 9 millones de dólares, y se creó una empresa especialmente para llevarla a cabo, el mítico Comité Akira, formado por varias empresas:

  • Kodansha Ltd., (una de las principales editoriales de manga)
  • Mainichi Broadcasting System, Inc., una de las radios principales, lo que vendria a ser los 40 principales vamos
  • Bandai Co., Ltd., No hace falta presentación desde juguetes a videojuegos, merchandising en general de todas las series con gancho.
  • Hakuhodo Inc., una macro empresa con multitud de actividades.
  • Toho Co., Ltd.,  una de los estudios clásicos de cine, creadores de Godzilla por ejemplo
  • Laserdisc Corporation, ¿Alguien recuerda esta tecnología obsoleta?, la verdad es que en España no tuvo bombo pero en países como Japon fue muchos años antes, antecesora del Dvd.
  • Sumitomo Corporation  al igual que Hakuhodo una red de empresas que abarcan muy diferentes actividades.
  • Tokyo Movie Shinsha Co., Ltd.

Como veis los que se gastaron esa pasta para el proyecto de Otomo no eran precisamente cuatro pringados. Menos mal que la jugada le salio bien al bueno de  Otomo porque quien sabe que le hubiera pasado si estas metacorporaciones no hubieran recuperado el capital.
Akira llego seis años después de Blade Runner, y siete años antes de una obra que tomaría el relevo Ciberpunk de los 90: Ghost in the Shell (GITS).

Akira es, fue y será importante porque tiene todos los ingredientes que describen al género, cumple todas sus reglas y además consta de una visión propia que influenciaría a todo el ciberpunk posterior, fueran novelas, otros animes o películas de Hollywood. Akira sentó un antes y un después en la animación para adultos a nivel internacional, y sentó un antes y un después para el genero ciberpunk.

Aún hoy en día no hay película que supere en presupuesto y detallismo a Akira.

Entre otras innovaciones, incluyó el grabar primero las voces y después ajustar la animación a los movimientos de los diálogos. Neotokyo es el ejemplo de ciudad distópica ciberpunk por excelencia, la referencia madre a nivel visual. Imprescindible. Como curiosidad, el manga tiene un final un poco distinto, y según palabras del propio Otomo, el no sabia como finalizar su obra en papel así que después de unos güiskis con ni más ni menos que Alejandro Jodoroswky parece que este le dio la idea.

Después de esta orgía de muelas, hierro, velocidad, cápsulas, asfalto, carne y neón, creo que es hora de tomar un relajante muscular y recuperarse de tanta acción futurista.

Ya tenéis deberes.


Artículo escrito en colaboración con Johnny Cheerokke

Lector compulsivo y escritor radical, adicto al ciberpunk y todos sus derivados. Amante del cine negro asiático. Enamorado de la literatura en general.
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