Mikel era un tipo cordial, afable, algo apocado. Todos pensábamos que era de ese tipo de persona familiar que con el paso del tiempo ha perdido la costumbre de socializar. Nos conocimos en un máster de administración de empresas donde casi todos teníamos una formación previa como ingenieros. Él era ingeniero industrial, creo, aunque apenas compartimos tiempo en ningún grupo de trabajo, pero en el poco tiempo que lo hicimos, mostró lo brillante y serio que era. Sabía que ocupaba un buen puesto en una multinacional. Siempre iba vestido de manera impecable, y bueno, era el prototipo perfecto de profesional serio. Nunca se apuntaba a las copas de después de clase, todo lo más a la primera cerveza. Era de ese tipo de tío formal, que parecía haber llegado a un punto en su vida donde se encontraba cómodo sin pedirle mucho más a la vida. Parecía un tipo feliz, la verdad.
Después del máster nos distanciamos, nos vimos durante un par de años en los encuentros ocasionales de antiguos alumnos, pero poco más. Le perdimos la pista hasta que supimos lo que le pasó. Yo me enteré por una noticia en televisión. Después de eso perdimos totalmente el contacto. A veces hablábamos de él y lo que le sucedió en las reuniones de antiguos alumnos. Parecía un argumento sacado de una película. Pasó mucho tiempo hasta que volví a saber de él y alguien me dijo que estaba en El Reino. Supongo que después de todo lo que le pasó, era la mejor opción, era un tipo brillante, pero no de esos que necesitan mostrarse. Recuerdo que era incansable y que siempre encontraba la mejor manera de solucionar las cosas, con la solución más elegante. Puede que sea el mejor ingeniero que he conocido. Alguien del máster compartió una foto suya que salió en todos los medios internacionales cuando celebraron lo de la estación orbital. Si no es por aquel nombre tan particular que tenía y que me hizo examinar con otros ojos aquella foto no lo hubiera reconocido. No se parecía en nada, había cambiado su aspecto físico, su peinado… todo, pero sí, era él. Increíble, pero era él. No me podía creer que aquel tipo y Mikel fueran la misma persona. Imposible de creer.
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