Esa frase la he dicho muchas veces en mi vida y el otro día se la escuché al hijo de catorce años de un amigo. No le contesté en ese momento, pero me fui rumiando una respuesta. Me ocurre en ocasiones, no soy rápido para las réplicas y me da rabia no tener algo brillante que decir. Al final termino pensando en ello durante días. Esta es mi respuesta para aquel chico y para todos aquellos que alguna vez han dicho “No me gusta leer“. Quince recomendaciones de lectura para aquellos que dicen….
“No me gusta leer”
Yo también decía lo mismo con catorce años y era porque las cosas que leía en aquel entonces no me gustaban. Lo curioso es que treinta años después alguna de esas lecturas, me acabaron gustando ya con cuarenta años. Otras no, quizás con sesenta me gusten, lo que me lleva a pensar: ¿quién escoge esas lecturas para adolescentes?, ¿un tipo de 40?, ¿un señor de 60?, ¿un profesor cualquiera que repite lo que otro experto ha escuchado de un tipo que dijo algo sesudo hace tiempo?
Cada persona es diferente, y eso se nota también en la lectura. Es rotundamente falso que exista un libro para cada edad. Existe un libro para cada persona, independientemente de su edad o lo que se suponga que tenga que gustarle. Esta falsa suposición es lo que provoca que millones de personas cada año digan al menos una vez esa fatídica frase de “no me gusta leer“. Yo no creo en la teoría de la media naranja para encontrar un alma gemela, pero creo que es mucho más fácil encontrar un libro que conecte contigo a nivel profundo, que encontrar una persona que lo haga.
Además, digamos las cosas claras. El estereotipo de lector, es otra etiqueta más que quizás no encaje con esa persona que se repite una y otra vez “no me gusta leer”. Igual no le gusta el tipo de gente que se asocia a la lectura, igual no le gusta el club de tipos raros que se juntan para hablar de juego de tronos, el señor de los anillos o cualquier otra serie de fantasía. Soy escritor, he leído muchos, muchos libros y amigo lector, a mi tampoco me gusta leer cualquier cosa.
Comparto con muchas personas la afición por la lectura y casi todos los que leemos mucho en algún momento nos quedamos “atascados” y se nos va la líbido lectora. Casi siempre se trata de el mismo motivo: el libro que estamos leyendo en ese momento no nos motiva. No es que no nos guste leer, si no que el libro que tenemos entre las manos no funciona. No significa que ese libro sea una mierda, pero para nosotros, en ese momento, en ese lugar, con nuestras circunstancias, ese libro es una mierda. Y no pasa nada, hay miles de millones de libros por leer ¿porqué debemos leer en ese momento ese libro?, ¿podemos dejarlo para después?, ¿podemos permitirnos decir “tú no”? Sí. Rotundamente, sí. Salvo excepciones, sólo concedo 30 páginas a un libro. Si pasado ese umbral no me convence, va a a pila de libros que “no he podido terminar”, sí, ríete, pero tengo una lista con ese nombre en Goodreads, si bien es cierto que generalmente me da tanta pereza que no la actualizo. En serio, si un libro no te convence, déjalo. No dejes que mate tu pasión lectora.
15 Libros para ALGUIEN QUE NO LE GUSTA LEER
Quizás haya chavales de 14 años que adoran el Señor de los anillos, Dune o Guerra y paz. Pero yo a aquel chaval de 14 años con el que comenzaba el artículo le hubiera recomendado una novela muy diferente. He pensado en ello, y he hecho mi lista personal de recomendaciones para aquel chaval de 14 años al que no le gusta leer. Quince libros que he leído y que le recomendaría si pudiera volver atrás en el tiempo:
- Espejo de sus sueños, de Stephen R. Donaldson (fantasía)
- El juego de Ender, de Orson Scott Card (ciencia ficción)
- La primera norma de un mago, Terry Goodkind (fantasía)
- Espejismo, Hugh Howey (ciencia ficción)
- Los magos, Lev Grossman (fantasía)
- Las ventajas de ser un marginado, Stephen Chbosky (drama contemporáneo)
- La vieja guardia, John Scalzi (ciencia ficción)
- El último deseo, Andrzej Sapkowski (fantasía)
- Pórtico, de Frederik Pohl (ciencia ficción)
- La estación Downbelow, C. J. Cherryh (ciencia ficción)
- La larga marcha, Richard Bachman (ciencia ficción)
- Los juegos del hambre, Suzanne Collins (ciencia ficción)
- La historia interminable, Michael Ende (fantasía)
- Ensayo sobre la ceguera, José Saramago (ciencia ficción)
- El médico, Noah Gordon (novela “histórica”)
Con la mayoría de los libros de esa lista, el lector pasará desapercibido en el club de los “leelibros” pues ya son viejas glorias todos ellos, aunque Sapkowski se ha hecho bastante conocido. De “Juegos del hambre” se hizo una película espantosa, lo mismo que “El juego de Ender”, pero en ambos casos el libro es bastante adictivo. Si va con “La vieja guardia” de Scalzi en la mano no le va a reconocer nadie en su instituto, y estará leyendo una de las novelas de ciencia ficción mas molonas que se han escrito. Va de unos viejos que enfundan en cuerpos adolescentes para ir a la guerra. Un mind-fuck en toda regla que Netflix no podría ni soñar con estropear, lleno de acción, pasajes inolvidables y una pizca de reflexión sobre el ser humano ¿que más se puede pedir?
¿He dicho adictivo?, oh, lo siento. Quería decir entretenido. No quiero hacer que nadie se vuelva adicto a la lectura, pero en el fondo, esta lista es dinamita. Puede que alguno falle, pero he escogido estos libros por que son maravillosos de leer, no porque transmitan buenos valores o porque sean para todos los públicos. No. Casi todos ellos tienen sexo (más o menos explícito), escenas de violencia y personajes con conflictos interiores que pueden confundir a un adulto y a un adolescente por igual. ¿Qué es un buen libro?, con esa pregunta podríamos discutir horas. He escrito algún artículo sobre listas de libros de temática específica, como por ejemplo, la mejores distopías, pero la mayoría de ellos son libros de otro tipo. Algo así como tomarse un Four Roses con hielo o un Lagavulin a palo seco. Gustan, pero no es lo mismo que un vaso de agua con hielo.
Lo que puedo asegurar es que todos esos libros son rápidos, ágiles y cuentan historias que tendrán atrapado incluso al más resistente. Por que leer mola. Punto. Especialmente si pides algo más a la vida que lo que te ha tocado. Puede ser porque te haya tocado muy poco o porque nunca tengas suficiente, tú elijes. A mi me hubiera gustado ser mago, un príncipe destinado a una profecía, vivir una batalla estelar, descubrir otros mundos, liberar a mi pueblo de un futuro incierto, ser espía, asesino o simplemente, un millonario que lo pasa bien ¿a ti no?, todos estos libros hablan de ello. No se entretienen en una prosa farragosa, no están pensados para lucirse sino para hacer soñar (o tener pesadillas) al lector. Son libros auténticos, sin trampa. Sinceros, valientes y potentes.
No caigas en la trampa. Leer no te hace más listo, leer no es para gente especial, leer no es un club selecto de gente que se cree muy lista porque recuerda las citas de lo que ha leído y va citando autores. Leer es un viaje interior, sólo para tí. Un viaje que haces tú solo gracias a tu propia imaginación y a lo que el autor metió en el libro. No dejes que te engañen: leer es algo entre tú y el libro y el resto del mundo no puede opinar. Puede gustarte o aburrirte cualquier libro, y eso no te hace mejor ni peor. No existe libro bueno, existe una buena experiencia. Déjate llevar, sin prejuicios y sé quien quieras ser mientras estás sumergido entre las páginas. Que le jodan al mundo.
Lee y conviértelo en tu vicio secreto. Que no sepan que lo haces. Así podrás decir en alto “no me gusta leer” y sonreír esperando alguna recomendación nueva.
Tungsteno Ninja a.k.a. Pixel Van Gogh
Te ha quedado chulísimo al final. No creo que lo hubiese explicado mejor!
Avedon
¡Gracias! :)
Jimmy Olano
Yo os leí cuando solicitasteis por Twitter proponer libros para esta entrada en vuestro blog. No me atreví en sugerir nada porque si revisáis soy asiduo comentarista por este lar y he colocado uno que otro. Si valen arrepentimientos, pues aquí les va “Cien años de soledad” que retrata pero que muy bien la historia y realidad de la todos los países en fila de América quienes machacamos la lengua de Cervantes, desde California en Norteamérica hasta la Patagonia, casi tocando el Polo Sur.
Pero tengo otro secreto: de pequeño pensaban que yo era retrasado mental o cuando menos un niño muy extraño, leía todo lo que se atravesaba, hasta recuerdo los folletos en idioma ruso de mi abuelo y me preguntaba qué diantres de idioma era ese. PERO ME FASCINABAN LAS ENCICLOPEDIAS, osea, leía más que todo esos gruesos tomos además las revistas de la época: National Geographic, Mecánica Popular, etc. No lo vais a creer, mi familia hasta mandaba a empastar los fascículos para colocarlos en la biblioteca y yo los volvía a leer, y hasta me olvidaba de comer…
Por eso soy tremendamente aburrido a la hora de recomendar lecturas, sin embargo voy a atreverme a proponer algo que tal vez funcione en este siglo XXI con las personas jóvenes:
recuerdo con mucho cariño un libro con relatos y cuentos cortos, varios escritores iberoamericanos (sin embargo tenía también un relato corto de Edgar Allan Poe) Y ESA ES LA PALABRA CLAVE “corto” pero surtido, exponer a las frescas mentes a una serie de relatos para ver cual cala mejor. Generalmente los escritores pertenecen a un género y desarrollan un estilo propio: pues juntamos varios, de todo un poco, así quede como un «arroz con mango» (léase bien como batiburrillo) y de manera sucinta lo titulamos «Compedio de literatura moderna» para que cuele (y en la contraportada los autores y libros citados). ¡Gracias por permitirme comentar y compartir mis pensamientos!
Bobis
Me ha encantado éste post. Yo también fui muy reacio a la lectura. Dije muchas veces eso de que “a mi no me gusta leer”. Incluso admito que hubo un momento en el que le llegué a coger asco a la lectura. Los libros recomendados u obligatorios que marcan en primaria y secundaria me hicieron aborrecer la lectura completamente.
En cierta manera, provocaron que no leyese un libro desde que acabé la secundaria hasta los 29 años cuando tuve que coger una baja larga y por aburrimiento me dio por leer. Cuando me di cuenta, en un mes me había leído las principales obras de Orwell (la que más me gustó fue rebelión en la granja, seguida de homenaje a Cataluña, muy por encima del exitoso 1984). Me engullí la trilogía de los juegos del hambre en un par de semanas y comencé a retomar la lectura. Y es cierto que cuando das con un libro que te llena y te hace soñar, te llama a seguir leyendo pero cuando das con un mal libro, solo consigue que deje la lectura durante una temporada…