Algunos daban por muerto el ciberpunk, género de ciencia ficción inventado en los años 80, y adoptado por algunos como una moda estética y por otros como una postura política. Lo cierto es que comenzó como una extensión de la ciencia ficción, una evolución de las distopías, pero añadiendo el componente tecnológico, especialmente en asuntos relacionados con lo que en aquella época eran simplemente «ordenadores» y que hoy día es mucho más complejo. Vale ¿pero qué pinta Nietzsche aquí?, bien, dejad que siga introduciendo el tema.
Ya escribí un artículo introductorio sobre el ciberpunk, y ahora no quiero hablar de literatura, ni de política, si no que quiero rascar un poco más en su verdadera esencia. Hablemos de por qué el Ciberpunk no sólo no ha muerto, sino que está más vivo que nunca: no hay más que ver nuevas series como «Black mirror» rabiosamente actuales o estrenos como «Ghost in the shell», posiblemente la película mas ciberpunk de los últimos años y toda una superproducción con el máximo de lo que Holywood puede ofrecer. El secreto de que el ciberpunk no muera es que habla de tecnologías muy cercanas, siempre un punto por delante del presente, pero no muy alejadas de la realidad actual. El ciberpunk es muy consciente del uso que se le dará a la tecnología por parte de la sociedad. Al margen del origen estético nacido en los 80, la ciencia ficción siempre ha tenido la necesidad de hablar de revoluciones sociales. Modas más modernas como el Greenpunk o el Steampunk se han centrado en lo estético o en la ética ecológica como epicentros de un universo particual, pero ninguna de las dos tiene el nihilismo ácido que tiene el Ciberpunk o Cyberpunk como se escribe en su concepción original. Vale ¿y cuando hablamos de Nietzsche?
Nietzsche no inventó el ciberpunk, pero sin él no hubiera podido existir. Podrás leer ensayos en internet que dicen que si el filósofo alemán viviera hoy cargaría con rabia contra la realidad virtual, hablando de su concepto de la naturaleza y blah blah. Lo cierto es que lo que me quedó a mi después de mi adolescencia leyendo a Nietzsche fueron un par de conceptos básicos: la única forma de encontrar la verdad es destruyendo primero lo que se supone que es la verdad.
Lo bueno de la realidad virtual es que asume que nada existe como real, y que todo es una simulación, una recreación de algo externo. Dentro de un mundo virtual, nada es real, asi que es más fácil partir de que todo es falso. En este punto de partida, también asumimos que no podemos fiarnos de ninguno de nuestros sentidos: Si la base y el concepto de la naturaleza ha muerto. ¿Qué mejor entorno para hablar del superhombre? ¿por qué ser un hombre?, ¿por qué no probar otra cosa? ¿tal vez nuestra verdadera esencia?, aquello que no cabe en el mundo real, aquello que la naturaleza nos niega por una u otra razón.
Tal y como plantea el ciberpunk clásico y los implantes tecnológicos que potencian al hombre por encima de lo humano: devolver el paso a los parapléjicos, la vista a los ciegos, memoria visual ilimitada a través de nuestros ojos y directamente accesible desde nuestro cerebro. ¿No es acaso el superhombre?, o una forma mecanicista al menos.
Volviendo al ciberpunk en la pequeña y gran pantalla, ¿por qué casi toda la ciencia ficción es Ciberpunk? Por que las visiones perfectas del futuro, esas utopías donde todo es luminoso, blanco, pulcro y perfecto no funcionan tan bien, son aburridas y no seducen. Son poco creíbles. Hasta en Startrek tuvieron que inventar primero a los Klingon y luego a los Borg para meter un poco de oscuridad, desorden y maldad en la sociedad tecnificada y perfecta de su universo.
Por eso el Ciberpunk atrae en el cine, porque el Ciberpunk en el fondo, habla de nosotros. Del ser humano. Habla de los efectos de la tecnología en la sociedad, no como masa, sino como individuos. La realidad virtual es siempre en primera persona, no puede ser «observada» por un tercero. Los implantes se sienten y describen en primera persona. La huella digital de la información es la de cada uno, individual y personal. No trata de viajes espaciales, batallas épicas, migraciones masivas causadas por cataclismos cósmicos, ni hay razas alienígenas inteligentes todo poderosas que amenazan la especie humana. Hablan de pasiones humanas, revolucionadas por el uso de la tecnologías: sexo, drogas y rock’n roll. El ser humano en estado puro: El nuevo superhombre. Y el ser humano huele mal, hiere y perjura. Pero al final, con suerte, trasciende y encuentra la luz.
Puro Nietzche v2.0
Jimmy Olano
Yo estudié una materia llamada filosofía en la escuela secundaria y no, no recuerdo a Nietzsche, lo conozco de pasada de tanto leer aquí y allá así que me atrevo aquí a opinar sobre otra cosa: el ciberpunk va más bien de lo que piensan los asiáticos, «el ying y el yang» no existe el uno sin el otro. de allí que la ciencia ficción pura y utópica en verdad que es un tanto insípida.
Esta entrada me recuerda la película «Gattaca» donde se empeñan en llevar al espacio a los seres humanos «perfectos» y resultaron a la final con las tablas en la cabeza (Youtube: BpzVFdDeWyo ) .
Eduardo Norte
Nietzsche es GENIAL. Es uno de los autores que estudiamos para selectividad y recuerdo disfrutar como un enano leyendo las disertaciones que nos daban para los exámenes. En aquel momento me marcó muchisimo, y creo que hay mucho de él en mi forma de pensar
Muy interesante la reflexión que haces en relación al cyberpunk. Me encantaría saber qué opinaría Nietzsche de la realidad que vivimos.
Gracias por permitirme revivir a Nietzsche.
Saludos!!
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Que bueno :)) a mi también me marcó muchísimo la forma de pensar, aunque en mi caso fue «por libre» por que en el instituto lo vimos de pasada y sin entrar en el detalle que requiere. Nietzche fliparía con la que tenemos liada, como cualquier otro filósofo. La revolución de la información para cualquier erudito, estudioso, filósofo o similar, sería lo mas parecido al comienzo de una nueva era… y ya ves, aqui la mayoría pensando en porno y gran hermano ;)
Un saludo y gracias por comentar !:)
Luis Fausto
Encuentro un tanto frívola tu visión del pensador en cuestión. También los nazis lo vieron de lado. Y la ortodoxia nos dirige a ello. Que conste que no me gusta Nietzsche, pero está irremediablemente en la base de todo el pensamiento actual. En eso llevas razón.ñ
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No se puede resumir Nietzsche en 200 palabras, y aunque lo pretendiera no podría, por que solo lo conozco un poco y de cuando era adolescente, asi que imagínate. Sin embarco, marcó mucho mi vida y mi forma de pensar. No se trata de entender la obra como el la concibió, sino que significa para nosotros su exposición, y desde mi punto de vista personal. Esta entrada la lee un experto en Nietzsche y me corre a gorrazos seguro :-))