Es cierto que algunos escritores podemos parecer esquivos o asociales, pero si publicamos nuestros textos en una editorial, en Amazon o pintado en un retrete, es porque queremos que nos lean. Hace siglos los autores recibían cartas de sus lectores. Ya nadie escribe cartas, pero podemos reemplazarlas por esto. No es lo mismo, pero me llegará tu misiva.
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